**H1: La representación exacta de su naturaleza: La divinidad de Jesús según Hebreos 1:3
La naturaleza celestial de Jesucristo es uno de los temas más trascendentales y básicos de la fe cristiana. En la carta a los Hebreos, específicamente en Hebreos 1:3, se nos revela que Jesús es la "imagen misma de su sustancia", un versículo que abre la comprensión de la identidad de Cristo como Dios y como el reflejo perfecto del Padre celestial. Este versículo no solo refuerza la enseñanza cristiana sobre la divinidad de Jesús, sino que también nos proporciona una visión clara sobre la unión intrínseca entre el Hijo y el Padre, y cómo la revelación de Dios se realiza plenamente en Cristo.

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# **H3: La divinidad de Jesús en el marco del Nuevo Testamento
A lo largo del Nuevo Testamento, encontramos numerosas referencias que subrayan la naturaleza divina de Jesús. Desde Su declaración en Juan 14:9: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre", hasta las afirmaciones directas de Su unión única con Dios en varios pasajes, la Escritura deja claro que Jesús no solo es un enviado de Dios, sino que Él es Dios mismo. Hebreos 1:3 se suma a estas declaraciones al afirmar que Jesús es la "imagen misma de su sustancia", implicando que, al ver a Jesús, vemos a Dios en Su totalidad.
Este concepto es fundamental para entender la identidad de Cristo. Jesús no es un ser originado o un mensajero de Dios; Él es la manifestación de Dios en carne. En su vida, muerte y resurrección, Jesús mostró la plenitud de la gloria de Dios y cumplió el propósito divino de redención para la humanidad.
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# **H5: Cristo en mí: La revelación divina y personal
El aprendizaje de que Jesús es la imagen misma de la sustancia de Dios no solo debe ser una idea teológica abstracta, sino una vivencia personal para cada creyente. Al aceptar a Cristo en nuestros corazones, recibimos la conocimiento de Dios misma. Cristo, como la espejo de Dios, no solo se conoce a través del estudio, sino también a través de una relación personal con Él.
Al aceptar a Jesús como nuestro Salvador y Maestro, estamos invitados a experimentar Su divinidad en nuestras vidas de manera transformadora. Cristo en nosotros, como la promesa de gloria (Colosenses 1:27), no solo es un concepto teológico, sino una experiencia que cambia nuestro corazón y nuestra manera de vivir. Esta revelación personal de la divinidad de Jesús nos lleva a vivir en servicio y a reflejar Su carácter en nuestro mundo.
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# **FAQ**
1. **¿Qué significa que Jesús sea la "imagen misma de su sustancia"?**
Significa que Jesús es la representación perfecta y exacta de la naturaleza divina de Dios. Al ver a Jesús, vemos a Dios mismo, ya que Él comparte la misma naturaleza divina con el Padre.
2. **¿Cómo se revela la divinidad de Jesús en el Nuevo Testamento?**
La santidad de Jesús se revela en Sus declaraciones, acciones y enseñanzas. En el Nuevo Testamento, Jesús afirma ser uno con el Padre, realiza portentos que solo Dios puede hacer, y en Su resurrección, muestra el poder divino.3. **¿Por qué es importante saber que Jesús es el reflejo del Padre?**
Es importante porque al entender que Jesús refleja la esencia de Dios, podemos tener una conexión más profunda con Él, conociendo Su misericordia y rectitud a través de la vida de Cristo.
4. **¿Cómo impacta nuestra vida el entendimiento de que Cristo es la imagen de Dios?**
Entender que Cristo es la imagen de Dios nos llama a seguir Su ejemplo y a reflejar Su carácter en nuestras vidas. Nos invita a vivir como Él vivió, con obediencia y humildad hacia los demás.5. **¿Qué significa tener a Cristo en nuestro corazón?**
Tener a Cristo en nuestro corazón significa aceptar Su divinidad y permitir que Su naturaleza transforme nuestra vida. Es una invitación a vivir de acuerdo con los principios del reino de Dios y a reflejar Su gloria en el mundo.
6. **¿Cómo podemos ver la gloria de Dios a través de Jesús?**
Podemos ver la gloria de Dios en las enseñanzas, portentos y sacrificio de Jesús. Su vida refleja la santidad de Dios, y al seguir a Cristo, podemos experimentar y reflejar esa gloria en nuestras propias vidas.
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